http://youtu.be/QF3gpUfEMPQ
Los cantos gregorianos tienen su origen en la música cristiana, en los cuales no sólo se desea transmitir la canción propiamente dicha, sino un significado mucho más profundo, relacionado con la devoción a Dios desde el corazón. Entenderás la música gregoriana al comprender el texto que la origina, ya que este texto es una alabanza a Dios, cantada.
Canciones gregorianas, ¿cómo comprenderlas?
Asimismo a estos cantos gregorianos se le suman otros, relacionados con las secuencias de pascuas o de los difuntos, procesión de ramos, procesión al sepulcro o procesión con el Santísimo Sacramento.
Los cantos gregorianos tienen una frecuencia de solfeo especial, que abre el alma a través de la voz. Según se cree la resonancia y la vibración purifica el físico, el estado anímico, y aumenta la energía. Traslada la mente a un silencio para reflexionar, encontrar paz y tranquilidad.
Cuando tengas la posibilidad de escuchar una misa con canto gregoriano, escucharás más que música; abrirás tu mente, tu alma y espíritu.
Los cantos gregorianos tienen su origen en la música cristiana, en los cuales no sólo se desea transmitir la canción propiamente dicha, sino un significado mucho más profundo, relacionado con la devoción a Dios desde el corazón. Entenderás la música gregoriana al comprender el texto que la origina, ya que este texto es una alabanza a Dios, cantada.
Canciones gregorianas, ¿cómo comprenderlas?
- El texto está escrito en latín, y en general son tomados de los salmos y otros textos del antiguo testamento.
- La música está escrita en escaladas de sonidos especiales para despertar en ti ciertos sentimientos que seguirán el sentir del texto, como por ejemplo: recogimiento, tristeza, alegría, paz.
- Momento ordinario: Son textos que se repiten como por ejemplo: Gloria in excelsis Deo, Credo, Snato, Benedictus y Agnus Dei.
- Momento propio: Está compuesto por textos que se cantan de acuerdo con las fiestas que se celebran: Introito (al comenzar la misa), gradual o aleluya (después de realizar las lecturas), ofertorio (acompaña la presentación de ofrendas y la comunión propiamente dicha).
Asimismo a estos cantos gregorianos se le suman otros, relacionados con las secuencias de pascuas o de los difuntos, procesión de ramos, procesión al sepulcro o procesión con el Santísimo Sacramento.
Los cantos gregorianos tienen una frecuencia de solfeo especial, que abre el alma a través de la voz. Según se cree la resonancia y la vibración purifica el físico, el estado anímico, y aumenta la energía. Traslada la mente a un silencio para reflexionar, encontrar paz y tranquilidad.
Cuando tengas la posibilidad de escuchar una misa con canto gregoriano, escucharás más que música; abrirás tu mente, tu alma y espíritu.
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